Uno de los ejercicios mas enriquecedores que he desarrollado y práctico en mi labor de músico acompañante de danza, es ver el cuerpo como una partitura multi-dimensional. Este cuerpo tiene peso, profundidad, altura, velocidad, ritmo, intensidad, dramatismo, temperatura y proyección. La común-unión realizada en este ejercicio, se desarrolla en la búsqueda de dialogar a través sonidos y silencios con estas cualidades.
En esta ocasión me enfocare en compartir tan solo una de las posibilidades de cómo interpretar esta unión de la música y el movimiento. Una que me a llevado a sentir una gran conexión con el cuerpo en movimiento y a su vez es una de las más simples. Al punto en que la sincronía deje de ser casual y pase a ser causal. Es importante tener en cuenta que las posibilidades son inmensas, por esto surge la necesidad de ordenar la información sintetizada dentro de un espacio . También recordar lo importante de conocer formas distintas de interpretación , sean propias o de otros, esto amplia aún más las posibilidades, al igual que compartir la experiencia de nuestra búsqueda, esto lleva a nuevas compresiones, tanto al que recibe como al que entrega.
Etapas del ejercicio
La primera son los puntos 1.1, 1.2 y 1.3. que son fundamentales para comenzar y comprender el desarrollo de la experiencia usando de guía el espacio y el cuerpo. Las siguientes son las partes 2, 3, 4 y 5 que son mucho mas personales y de expresión artística.
En esta ocasión podemos comenzar pensando que hay solo un@ bailarin@ dentro de un marco de danza contemporánea . Este ejercicio comienza así:
1.1 La visualización del espacio corporal (EC). Se mira el cuerpo en cuestión, y se visualiza dentro de una esfera (similar al hombre de Vitruvio). Cuyos límites son las extensiones máximas de sus extremidades, y su centro, el centro la pelvis.
1.2 La visualización del espacio disponible (ED). Es el campo externo al anterior, el cual son las posibilidades de alcance de este cuerpo en movimiento; sus posibilidades de desplazamiento .
1.3 La proyección del cuerpo. Este “lugar” se moviliza constantemente dentro y fuera de estos límites, puede ser desde el centro de su cuerpo, hasta donde logre proyectar su energía e intencionalidad a través de direcciones, miradas, objetos, etc. Este lugar esta relacionado con la mente (deseos, necesidades, búsqueda, etc.) lo llamo “el cuerpo mental (CM)”
Esta visualización puede ser traducida “en un inicio” como grave y agudo (centro-periferia para el bailarín o bailarina) Grave a lo mas interno y agudizando hacia el exterior. Por ejemplo; el sector grave de tu registro (acorde al registro de cada instrumento musical) se encuentra en el punto interno de la pelvis, mientras que en los limites de las extremidades, seria en un rango agudo. Claramente estos espacios pueden suceder simultáneamente. Lo mismo con el cuerpo mental (CM), mientras más lejos del cuerpo físico se encuentre puede manifestarse de forma más aguda en el instrumento musical, mientras , que más cercano o dentro de el, puede sonar más grave.
2 El pulso. En algunos casos no tenemos la información de cual es el pulso en el que se esta trabajando. Si este es el caso, el pulso te lo dará tu propia respiración . siempre intentando conectarla con quien danza. No se entienda con que tenemos que tener la misma respiración de quien danza, sino mas bien, respirar a quien danza. Que nuestra respiración contenga sus movimientos y cambios. Hay casos en el que el pulso se modifica con el desarrollo del movimiento. Hay otros casos en el que puede no existir (abrir la intuición, proposición musical, o entregarse al caos).
3 La armonía. Esta traducción podemos obtenerla, por ejemplo, de la dramatización. Si la o el intérprete tiene más o menos manifestaciones dramáticas (alegría, confusión, neutralidad, comodidad, etc.) esto puede tomarse como posibilidades armónicas. Entendiendo que este es un campo subjetivo, es recomendable ,en un comienzo, la simpleza . Para pronto (en caso de que lo amerite) complejizar la búsqueda de una armonía enriquecida.
Siempre es bueno recordar que existen movimientos que suenan por si solos y que otorgan su propio paisaje sonoro. Esto puede ser un silencio o pausa dentro de esta partitura a tiempo real que se forma con quien danza.
4 El ritmo, la vibración y tiempo. La velocidad, trayectoria, recorrido e intencionalidad del movimiento danzado son manifestaciones que pueden ser traducidas en figuras rítmicas (blancas, corcheas, ligados, estacatos, tresillos, silencios, etc.) y también en lo que los músicos llamamos “cambios dinámicos y agógicos”. Esto puede ayudarnos en la intervención de la melodía y/o armonía que improvisemos.
5 La melodía. Es la consecuencia de todo lo que estamos analizando, ya que comienza a nacer desde el paso 1, muchas veces es lo que se nos escapa o lo que intuimos que sucederá como consecuencia de la observación . Cuando los pasos anteriores están conectados, la melodía fluirá con claridad ya que habrá una sensibilidad contenida por estos puntos.
Fin del ejercicio.
Lo que expongo en este artículo es un intento de abrir guía para el músico que se encuentra entre el sonido y el movimiento. Esta técnica busca generar más conexiones y lenguaje entre estos mundos. Y a su vez ser un aporte al desarrollo de estos.
Un saludo y gracias a todos los que trabajan con el arte y se atreven a mostrar un poco más de su ser al mundo.