Cuando, en 2000, me propusieron tomar la dirección artística del Ballet Nacional Chileno, tenía ya en mi haber dos creaciones: MOZARTISSIMO y QUATRO ESTACIONES. Así que me resultó muy claro que debía proceder con el Ballet como había hecho durante toda mi vida de artista, es decir, lograr que El Ballet Nacional Chileno vuelva a ser una compañía con un perfil de profunda inspiración nacional pero con un altísimo nivel internacional. Una SINGULARIDAD en el ámbito del mundo coreográfico internacional.
Era algo que me parecía factible vista la extraordinaria historia de este ballet y el talento de sus figuras emblemáticas: Carola Alvear, Vivian Romo, Natalia Schonffeldt, Kana Nakao, Paola Moret, Jorge Carreño, Alfredo Bravo, Cesar Sepúlveda, Alex Gauna, Mauricio Cáceres, Enrique Faúndez, Cristian Contreras… Cito sólo a algunos, pero los amé a todos, estrellas que brillaron años y años sobre el escenario del Teatro de la Universidad de Chile.
Desde esta perspectiva, con ellos y para ellos, creé: “PARÍS – SANTIAGO” con LOS JAIVAS, “VALPARAÍSO VALS” con Isabel Aldunate, Desiderio Arenas El CHERE y la música de compositores chilenos, “CARNE DE AIRE” con poemas de Pablo Neruda, música de Alfredo Bravo y la voz de Alexander Baxter, “AMOR AMORES” con la música de Luís Advis, los versos de Oscar Hahn, las pinturas de Hugo Marin y con la voz de Iñigo Urrutia, “ÁNGELES” (on la música de Los Ángeles Negros y “DE CHILE CON AMOR” una compilación de todas estas obras.
Mi primera idea fue encontrar un sello original. Pensé de inmediato en utilizar el acrónimo de la denominación institucional y así surgió EL BANCH. Me pareció algo como ¡BIG BANG!, dos sílabas muy fuertes con la gráfica en rojo- fuego de un graffiti con dinámica ascendente. Para subrayar la idea de originalidad, de fuerza y de energía…
Me pareció importante mantener el artículo “EL”, ya que eso no traicionaba para nada la denominación oficial de la Compañía (EL Ballet Nacional Chileno) pero tenía la virtud de dar al sintagma “BANCH” un fuerte impulso, del mismo modo que el artículo “LOS” había dado elegancia (¡y fama!) a “LOS BEATLES”. Mi idea fue recibida con mucho entusiasmo de la parte de la Compañía y de la coordinadora General del Ballet, Carmen Díaz con un apoyo tan precioso y lleno de talento durante la mayoría de los años que fui Director Artístico. Continuado después de su despedida, con talento y dedicación por otro ex bailarín de la Compañía, Juan-Carlos Ahumada y apoyada por los tres Directores consecutivos del CEAC; Luis Merino Montero, Eduardo Salgado y de nuevo Don Luis Merino. Después de 4 o 5 años, ¡no puedo entender por qué!, el CEAC se volvió muy “alérgico” a la denominación:“EL BANCH”, sacando el articulo “EL”, y dejando sólo el mono-silábico “BANCH”, cosa que es menos elegante y lo que me parece más perjudicial, ya que carece de energía. Pero, ¡los caminos de los señores son tan inescrutables…!
Quiero comenzar con lo que escribía en 2011, en mi artículo: “EL BANCH ‘21– EMBAJADOR DE CHILE”.
“En el momento preciso cuando el mundo está entrando en la segunda década del siglo 21, me parece importante pensar en el Ballet Nacional Chileno desde la perspectiva de su inserción en un mundo globalizado. Un mundo vertiginoso en el cual el tiempo corre cada día con más velocidad.
Y paradójicamente, el tiempo se hace más corto y nos vemos obligados a pensar a largo plazo; y en términos de proyecciones geográficas de largas distancias, a escala de todo el planeta y a la escala del siglo. Pensar las temporadas, no en términos de oportunidades de momento, sino como pasos para realizar una visión amplia y global de la conexión de EL BANCH con el mundo moderno, en el cual no estamos solos y aislados sino conectados de una manera más activa cada día, cada hora. Más que todo a través de un arte que tiene como idioma universal el lenguaje del cuerpo humano.
Hoy me parece indispensable pensar no sólo en términos de acción sino también de reacción.
“SI NOSOTROS NOS ABRIMOS AL MUNDO, EL MUNDO SE ABRIRÁ A NOSOTROS”.
Ahora, me gustaría ceder la palabra a algunos fragmentos de mis numerosas entrevistas para los periodistas de la prensa chilena, a los cuales hasta el día de hoy estoy muy agradecido por su eficacia y apoyo. Por la calidad de su interés y la certeza de sus análisis. No olvidaré nunca la cena a la cual esos periodistas me invitaron a mi despedida de EL BANCH y de Chile. ¡¡¡Millones de gracias!!! Lo que ahora sigue es al mismo tiempo un homenaje a la profesionalidad de mis interlocutores y por intermedio de ellos, al público.
Entrevista a la revista Cosas
Su primer contacto con nuestro país fue en 1997 cuando Edgardo HARTLEY lo invitó a que montara su aclamadísima obra `MOZARTÍSSIMO.’ Aplaudida en importantes escenarios del mundo, ha sido definida por la crítica como ‘Un espectáculo notable’, ‘Un himno a la vida’ y ‘Una obra que impresiona y deslumbra’…
– ¿Desde que asumió como director artístico, cómo ha sido la evolución del elenco?
– Cuando llegué a hacerme cargo de la compañía, muchos bailarines no estaban contratados. Esta situación después la revertimos. Necesitaba un elenco que pudiera dedicarse completamente al ballet. El arte en general no tiene precio pero sí tiene un costo y las personas deben vivir de una manera decente para poder maravillar al público, al coreógrafo y sentirse bien con ellos mismos.
– ¿Artísticamente cómo ha sido su evolución?
– Cada día que pasa estoy más maravillado de la capacidad de progreso que tienen.
Entrevista con Yeny Cáceres,
El Mercurio, 31/01/2001:
…La fuerza del Ballet Nacional Chileno reside en la personalidad de sus artistas, en su talento y disponibilidad…
…Pienso que hay mucho que hacer para mejorar el estatuto del Artista Coreográfico en general… La dificultad consiste en que en el caso de verdaderos artistas ¡hay sólo casos particulares…! Por lo tanto las generalidades son difícilmente aplicables…
…Uno de mis objetivos más deseados es dar a conocer lo más posible la danza desde el interior, y no solamente a través de los espectáculos, ya que tengo la certidumbre de que las personas que asistan a nuestro trabajo de ”laboratorio” (ensayos, clases públicas, animaciones y manifestaciones fuera del marco tradicional de una sala de teatro) no podrían hacer más que aprender a amarnos y apreciarnos aún más.
Respuestas a Marietta Santi / Revista Impulsos, 6/12/2001:
…Lo que me parece más importante en lo que se refiere a la identidad de un artista es su originalidad, el coraje de permanecer fiel a sí mismo a pesar de las modas y las corrientes. La identidad de la danza contemporánea no puede ser una sola identidad sino la suma de varias identidades, de varias personalidades y locuras creativas. Lo que podría destrozar la identidad de la danza (¡contemporánea o no!) es el mimetismo ciego y oportunista, las imitaciones y la falta de personalidad… Si los artistas tienen una verdadera identidad, la danza también la tendrá. Si no, no.
…Hay algo peligroso en querer “educar” al público. Personalmente pienso que hoy en día el público es una entidad inteligente y cultivada. Por tanto, querer educarlo afirmando: “¡eso está bien!”, “¡eso está mal!” no es ni necesario, ni bueno, como método. Al contrario, cuanto más diversas y personales sean las tendencias que presentamos, más preparado estará el público, y más nos apreciará.
…Lo que me propongo con los bailarines del Ballet Nacional Chileno es lo que me propongo a mí mismo: sintetizar sobre el plano técnico las disciplinas existentes, la mentalidad contemporánea con el academismo académico, para adquirir un virtuosismo cada día más complejo, afirmando al mismo tiempo una expresión profundamente original.
…No soy un adepto incondicional de la institucionalización del arte. Un concepto que me parece muy peligroso es el del “arte oficial”. No me gustan los talibanes, ni los falsos expertos. Tengo miedo a los artistas que son colocados en la posición de juzgar a otros artistas.
Entrevista con Valeria Segovia,
La Nación, 16/12/2005
El director del Ballet Nacional de Chile presentará una gala gratuita para la comuna de Maipú. Junto a COOPEUCH trabaja en el proyecto “Sembrando Cultura”, frase que ama por lo que significa. “Este bailarín y coreógrafo francés habla a mil por hora… Ama la danza y lo que ella provoca en las personas”.
– ¿Hace cuánto tiempo que el BANCH participa en actividades gratuitas?
– Siempre nos hemos apoyado mutuamente con la COOPEUCH para hacer galas gratuitas y se ha transformado en un nexo muy orgánico y afiatado, con grandes logros.
…El ballet, que antes estaba confinado en una sala de teatro, ahora sale a las calles, a los gimnasios y baila “a dúo” con la gente. Es algo muy hermoso. Y es gratificante para los dos lados…
– Como el montaje que hicieron ustedes con los poemas de Pablo Neruda…
– ¡Exactamente!… bailamos afuera de La Chascona. Fue una cosa muy linda estar bailando sobre las piedras que el poeta pisó cuando vivió ahí… y la gente también lo sintió.
– Se puede decir que usted busca democratizar la danza…
– Por supuesto, esa es la idea. Democratizar el arte, no sólo la danza. Eso sí, tengo dos condiciones con las que no transijo. La primera es no traicionar el concepto artístico y la segunda no traicionar al público.
-¿Qué le deja a usted, como artista, trabajar en proyectos como “Sembrando Cultura”?
– La sensación de haber hecho disfrutar a un público que quizá no podría haber visto el ballet de otra manera. Y ver esa energía fantástica que nace entre ellos y mis bailarines, que también se emocionan profundamente con el cariño que la gente les entrega.
Entrevista para El Mercurio con ocasión de la “Gran Gala El BANCH”, 2006:
…Un espectáculo no pierde nada de su encanto por tener una esencia intelectual, de reflexión e investigación. A condición de que no pierda su calidad primordial: la de un acto esencialmente artístico y emocional, que va más allá de cualquier cálculo y que transciende el cuadro mental. El hecho de pensar no mata ni el humor, ni lo lúdico. Al contrario, lo nutre y lo refuerza. Lo que he siempre tratado de hacer con EL BANCH, es una ALTER–DANZA muy personal… Hacer que mi danza fuera al mismo tiempo un acto artístico altamente cultural y ampliamente popular…
Entrevista con Natalia Ramírez Püschel,
La Tercera, 2007:
– ¿Cuál es la propuesta artística del Banch?
– El nuevo perfil del Ballet Nacional Chileno, EL BANCH, es el de una compañía de danza actual que se propone tocar a un público largo, amante de una Danza con D mayúscula, transcendiendo las ya antiguas divergencias entre modernos y clásicos, entre vanguardia y tradicionalismo. Todas mis nuevas creaciones para EL BANCH se proponen ir en esta dirección, buscando la adhesión de un público actual, inteligente e informado. Además de reunir y sintetizar las cualidades de bailarines proteicos con técnicas múltiples y antecedentes variados, artistas con personalidades distintas e interesantes, también inteligentes e informados.
– Si tuvieramos que precisar la metodología de trabajo (técnicas y estilos…), ¿Cuál es la línea técnica con la que el Banch crea sus propuestas?
– Lo que me interesa es: dinámica, fuerza, emoción, teatralismo al mismo tiempo que la búsqueda de innovación en lo que se refiere a un virtuosismo dancístico de factura contemporánea.
Entrevista con Marta Inostroza, El Periodista, 6/06/2008:
– ¿Cómo comienza este encantamiento con el BANCH?
– La primera vez que oí hablar de él fue en el “FOLKWANG BALLET” (cuya directora fue PINA BAUSCH), adonde llegué a trabajar como profesor y coreógrafo, a comienzos de los 70. Me hablaron de un país donde existía una compañía que hacía directamente danza contemporánea sin pasar por el camino, como obligado, de la danza académica.
– ¿Qué encontraste entonces?
– Chicos que me gustaron mucho y así, cuando me acerqué a ellos, comencé mi trabajo de seducción.
– ¿Cómo así?
– ¿Que cómo seduzco yo? Me pongo a bailar. Comienzo a mostrar lo que se puede hacer. En un primer momento la gente dice que esto no se puede hacer. Yo digo que sí, si yo lo hago. O sea, que el único lenguaje que tuve, no sólo para decir algo, sino para seducir realmente, fue el del cuerpo. De inmediato vi en algunos un brillo en los ojos, y supe allí que ello iba a funcionar.
– ¿Cuando ya te haces cargo del grupo, como su director artístico, (2001) te fijas algunas metas?
… me dije que iba a hacer lo que siempre hago y voy a darle a esta compañía lo mejor que tengo de mí mismo.
– ¿Cuál es el sello que el coreógrafo coloca en el BANCH?
– Pienso, que el sello más fuerte es aquel que te diferencia de los demás.
– ¿Y continúas seduciéndolos para que entiendan tu mensaje?
– Einstein nos ha seducido, no con su cara, sino con su fórmula matemática E=mc2. Personalmente estoy seducido por Stephen Hawking, este científico británico que casi no tiene cuerpo, pero sí una mente que puede llenar no sé cuántos cuerpos.
– ¿Tú llevas el cuerpo humano realmente hasta los límites de su resistencia y, a veces, parecieras traspasarlos, ¿cómo lo logras…?
– No pienso en el cuerpo en sí, sino en la metáfora, en su filosofía. El movimiento es una lucha entre “existir” y “no existir”. Entonces claro que no hay límites. Lo vemos por ejemplo en el deporte, donde cada día el listón se va colocando más alto para sobrepasarlo.
– ¿Qué es lo que impulsa para siempre estar sobrepasando el límite?
Es que el cuerpo no es solamente físico. El cuerpo tiene otras muchas dimensiones.
– Paradojalmente, más allá de toda esa libertad expresiva, de ese arrancar el cuerpo de sus límites, ¿hay una estructura, hay un modelo que restringe, que coloca fronteras?
– …es como dibujar flores en una hoja cuadriculada. … Ese es mi trabajo paradójico, que es también mi personalidad, el trabajar permanentemente entre lo frágil y lo fuerte, entre la cordura y la locura.
– Tú has impuesto un nuevo estilo, un nuevo concepto de hacer danza, Alter Danza ¿Cómo lo ha entendido el público?
– Lo que me interesa es que entiendan mi alma, mi amor…
– ¿Cómo podrías definir este transitar por tu arte desde los comienzos hasta hoy?
– Es como ver el día de hoy con los ojos del mañana. Si me preguntan cuál es el día más fuerte de mi vida artística, yo digo: “el día de mañana”.
Entrevista a Temuco, con ocasión de “Verdi – Réquiem” / Octubre 2009:
– ¿Cómo definiría el trabajo que hoy desarrolla el Ballet Nacional Chileno? ¿Cuál es su aporte, su búsqueda artística?
– Lo que estoy buscando es Originalidad y Profesionalismo.
… Estoy trabajando al mismo tiempo el lado dinámico y el lado conceptual. Pensando que ambos son igual de importantes. Estoy partiendo de la idea que el público merece hoy en día obras a la medida de su nivel de cultura y comprensión.
Entrevista sobre la despedida de Chile con Pamela Urbino Alvial,
Radio Biobio 6/12/2012:
-¿Por qué despedirse con “Noche Bach” y “Cuerpos”?¿Tienen un significado especial?
…me despido de Chile, del Ballet Nacional Chileno y me despido de un trozo de mi vida…/… el enfoque de cada una de las piezas está puesto en la mente, en el alma y finalmente en el cuerpo, que contiene a ambos.
Blog de Mabel Diana, sobre la publicación de Viento, Volúmenes, Vectores de Gigi Caciuleanu – Editado por la Facultad de Artes de la Universidad de Chile:
Nos dice que su existencia como bailarín – coreógrafo y pedagogo se basa en dos principios, que pueden parecer antagónicos pero que son complementarios: la locura (de la creatividad) y la estructura (una matemática con reglas precisas).
La creación del método cromo-analítico fue el resultado de querer encontrar un instrumento de análisis de las situaciones (frases corporales) y del pasaje de una situación a otra (frases coreográficas), estableciendo un espectro definido de posibilidades cinéticas. Utilizar situaciones (principios dinámicos) y no posiciones (fórmulas estáticas).
Durante la lectura de este ensayo pasamos de las metáforas poéticas a la física, de la geometría euclidiana al alfabeto cirílico, de Leonardo da Vinci a Descartes, de Hamlet a Einstein y Henry Moore.
Gigi Caciuleanu nos sumerge en una exhaustiva descripción de cómo escribir, describir y enseñar una coreografía sin que el coreógrafo tenga que mostrarla. Sugiere la creación de un alfabeto para la danza. Tal como la música tiene la escala musical con la que los compositores escriben su obra en una partitura, y los músicos, sin su presencia, la estudian y la analizan, así los bailarines podrían aprenderse las obras y el coreógrafo llegar, como el director de orquesta, a coordinar y ser el catalizador en la interpretación de su pieza.
Gigi Caciuleanu considera al bailarín como un Cuerpo en estado de danza (CED), que es a la vez instrumento e instrumentista y que trabaja con una materia prima: el Movimiento danzado (MoD), que se desarrolla en el tiempo y en el espacio. El CED y el MoD actúan ambos sobre varios niveles de expresión: dinámico, poético, psicológico y filosófico.
Y nos recalca que no logra concebir el movimiento sin significado.
En este ensayo, Caciuleanu ha intentado establecer un inventario de los puntos perceptibles del cuerpo, del espacio y de sus componentes, así como una cartografía del cuerpo y de los espacios en los cuales evoluciona. Todo esto con el fin de nombrar y establecer con exactitud un punto preciso del cuerpo en relación a un espacio definido, en un momento dado.
Explica que este alfabeto, compuesto de símbolos, puede utilizarse para escribir cualquier tipo de danza, ya que “una pierna es una pierna” independientemente de como se mueva.
El libro está compuesto de una introducción, tres capítulos: Viento (fuerza de acción), Volúmenes (corporales y espaciales), Vectores (trayectorias precisas y controlables). Y una conclusión. En ella Gigi CACIULEANU nos cuenta que su técnica surgió de la necesidad de comprender, mientras está bailando, lo que hace y cómo lo hace. Es la proyección de una manera de pensar que nace de su manera de bailar. Concibe el Acto danzado como una construcción estética y funcional. Y nos dice que antes de llegar al MoD hay que estar en disposición mental, corporal y espiritual.
Los fragmentos de entrevistas proceden de mi archivo personal, que contiene la correspondencia por e-mail con las y los periodistas. ¡Gracias a ellas y ellos! ¡Gracias a los artistas, a los técnicos y a las personas de los servicios administrativos de la Universidad de Chile que me apoyaron todos estos años!